Hoy he aprendido una gran lección. Dicen que rectificar es de sabios y yo hoy, quiero rectificar. Hace un par de días publiqué en el blog de @cuidadoinfantil "Y los Reyes vinieron...". En el post trataba de expresar mi disgusto por la cantidad de regalos que reciben mis hijos el día de Reyes. No pasó nada hasta que lo publiqué en el Facebook de Mamá de Fresa y Noemí, una de mis mayores fans, me hizo un comentario que hizo que me replanteara si había actuado bien. Éste fue su comentario:
" Aquí es tradición,y la disfrutan tanto los que regalan como los que reciben. Mis padres, lo que hacían, era dárnoslos racionados durante todo el año, porque sólo se regalaban juguetes en reyes, el resto, cumples y santos, era ropa o material escolar... Así gestionaban juguetes mensuales, que disfrutábamos sobre todo en verano, y nosotros mismos tomábamos decisiones sobre cual guardar y cual disfrutar ese mes, aprendiendo también la virtud de la paciencia....jejeje. A nosotros nos funcionó muy bien, no tenemos frustraciones ni nada por el estilo... Un besito, wapa."
No hace falta que os diga que me parece un gran consejo. Y también entiendo que me estoy metiendo con las tradiciones de Onda. Y las tradiciones, esté de acuerdo o no con ellas, hay respetarlas.
¿Pero cuál es el motivo real de mi enfado? Seguro que muchos estáis de acuerdo conmigo en que, antes de tener hijos, ya estás pensando en cómo los vas a educar. Y lo tienes clarísimo. Echas la vista atrás y piensas en cómo te han educado tus padres. Siempre habrá cosas que creas que son correctas y otras que pienses que se pueden mejorar. Como os comenté en mi post "Ya vienen los Reyes" yo sólo recibía un juguete al año, en Nochebuena. No recibía nada más, ni en cumpleaños, santos, ... Y para que me regalaran mi primera bicicleta tuve esperar a hacer la Primera Comunión. Y desde mi punto de vista, eso es una de las cosas que les agradezco a mis padres porque como podéis imaginar, cada regalo que recibía era de gran importancia para mí. Por eso yo quiero educar a mis hijos igual y que entiendan el valor de las cosas. Así que imaginaros lo mal que lo paso cuando veo que mis hijos no valoran los juguetes. Me resulta inevitable buscar razones, que no culpables, para que mis hijos tengan esta actitud.
En resumen, por supuesto pido disculpas a mi Superfan Noemí, a mi familia política y por qué no, al pueblo de Onda y sus tradiciones también.Y en el fondo me alegro un montón de que me haya pasado porque como dice el título del post, hoy he aprendido una gran lección, nunca se debe escribir un post enfadada. Aunque sea una tentación ya que muchas de nosotras utilizamos los blogs a modo de terapia. Si me hubiese esperado un par de días, hubiese dicho lo mismo, pero sin ofender a nadie. Porque todos los años digo lo mismo, y luego se me pasa enseguida. Nunca llevo los juguetes nuevos a Cáritas, sólo los más viejos o los que ya no corresponden a su edad.
Cómo dice esta gran frase que me encontrado por ahí, "Errar es humano pero echarle la culpa a otro es más humano todavía" ;-)
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